Zadankai 29 Oct 17

28.10.2017 08:42

 

FONDO DE ESCENA

Nichiren Daishonin escribió esta carta en septiembre de 1275, en el monte Mino-bu,2 y la dirigió a la monja laica Sennichi, una de sus seguidoras de la isla de Sado (lugar donde él había estado exiliado entre octubre de 1271 y marzo de 1274).

Sennichi y su esposo Abutsu-bo habían protegido a Nichiren Daishonin durante el tiempo que vivió en Sado; frecuentemente, lo visitaban en su inhóspita morada, para llevarle alimentos, instrumentos de escritura y otros artículos de primera necesidad. Incluso, luego de que el Daishonin fue indultado y se trasladó al monte Minobu, Sennichi envió a su esposo a verlo y a llevarle ofrendas al menos en tres ocasiones.

Sennichi, Abutsu-bo y la mayoría de los discípulos de Sado habían sido, durante muchos años, creyentes de la escuela Nembutsu, cuyas enseñanzas planteaban que las personas no podían lograr la Budeidad en esta existencia y que sólo podían aspirar a renacer en la Tierra Pura después de la muerte. Luego de conocer a Nichiren Daishonin, ellos habían decidido adoptarlo como maestro, pero muchos se preguntaban si, debido a su fe anterior, realmente serían capaces de lograr la iluminación.

En respuesta a esta duda, el buda Nichiren explica que el propósito del Sutra del loto -cuya esencia es la Ley de Nam-myoho- renge-kyo- es enseñar una vía para que todas las personas logren la iluminación. Y que la fe pura y sincera en la Ley Mística es una poderosa espada que puede cortar incluso las cadenas del karma, con la misma certeza con que "un gran torrente de agua apaga un fuego pequeño”3

EXPLICACION

1) FORJAR UNA FORTALEZA CAPAZ DE VENCER TODAS LAS ADVERSIDADES Al comienzo del fragmento citado, el buda Nichiren le pide a la monja laica Sennichi que  fortalezca su fe “más que nunca” y que siga esforzándose sin descanso en bien del budismo.

Luego de que Nichiren Daishonin abandonó la isla de Sado, Sennichi y su esposo continuaron practicando correctamente sus enseñanzas. Seguramente, esa firme actitud haya generado el hostigamiento y ataque de quienes los rodeaban. Plenamente consciente de la aflicción que esto causaba a sus fieles discípulos, es que alienta a Sennichi diciéndole: "Que digan lo que quieran" para que mantenga la convicción sin permitir que las calumnias y difamaciones la perturbaran.

Cuando practicamos el budismo de Nichiren no tenemos por qué preocuparnos o sentir temor. Tal como afirma otro de sus escritos: "El hierro se convierte en una magnífica espada cuando es sometido al fuego y a los golpes’.'3 4 Del mismo modo, nuestros sufrimientos y dificultades nos permiten forjar una identidad indestructible como el diamante y cultivar la fortaleza necesaria para romper las cadenas kármicas y vivir con auténtica libertad.

2) AVANZAR JUNTO AL MENTOR BASADOS EN “UN GRAN JURAMENTO”

Luego, le dice que "confíe en las enseñanzas de oro” del budismo, tal como lo había hecho él mismo. Nichiren Daishonin le pide a la monja laica Sennichi que se le sume y que sea una persona que practique toda su vida de acuerdo a las enseñanzas budistas.

En tal sentido, el compromiso mancomunado de maestro y discípulo y la lucha conjunta de ambos son factores cruciales. Por ello, a continuación, el buda Nichiren escribe: "Usted debe hacer un gran juramento"

Para los seguidores de esa época, dicho gran juramento estaba dirigido, primordialmente, a practicar firmemente hasta el final de su vida y a lograr la Budeidad en esta existencia. Pero, al mismo tiempo, en diversos escritos, Nichiren Daishonin se refiere al gran juramento como un compromiso enfocado en difundir la Ley Mística y, de esa forma, permitir que muchos otros también se iluminen.

3) REFORZAR LOS “MUROS DE LA FE”

A fin de sostener este juramento, es que Nichiren Daishonin le advierte a Sennichi sobre las “fisuras” de la duda o de la incredulidad. Le menciona que, si en un navío se abre una grieta, aunque esta sea pequeña, hará naufragar al barco; también hace referencia a los muros que dividen los arrozales -de donde proviene el título de este escrito-, diciendo que, aunque los tabiques sean firmes, si en ellos se forma un orificio pequeño, como el que cavan las hormigas, el agua se escurrirá de las parcelas, y las plantas morirán.5

Como esas fisuras son casi invisibles, por eso resultan tan temibles. Precisamente por ese motivo, debemos estar siempre en guardia contra la duda. Para ello, es fundamental tener siempre una fe sólida y firme.

CONCLUSIÓN

Hacia el final del escrito, Nichiren Daishonin exhorta a su discípula: “Quite del barco de su vida el agua salobre de la duda [...], y refuerce los muros de su fe”6

Al respecto, el presidente de la SGI, Daisaku Ikeda, afirma: “No avanzar es retroceder. Por eso necesitamos superar el estancamiento y la-inercia, y avanzar siempre hacia adelante, día tras día. Por otra parte, cuando una duda se despeja, se instala una refrescante certeza. Es importante que nuestra armoniosa organización siga avanzando de manera plena, basada en un diálogo que responda a las expectativas y al espíritu de búsqueda de la gente”

(Basado en la disertación del maestro Daisaku Ikeda publicada en la edición de febrero de 2013 de Daibyakurenge, la revista mensual de estudio de la Soka Gakkai.)

1 Véase The Lotus Sutra and Its Opening and Closing Sufras (El Sutra del loto y los sufras de inicio y de cierre), trad. por Burton Watson, Tokio: Soka Gakkai, 2009, cap. 21, pág. 316.

2 Monte Minobu: Elevación situada en la actual prefectura de Yama- nashi (lapón). Nichiren Daishonin vivió allí en los últimos años de su vida, desde mayo de 1274 hasta septiembre de 1282, justo antes de morir. En ese lugar se consagró a instruir a sus discípulos, a dirigir las tareas de propagación y a escribir tratados doctrinales.

3 Los escritos de Nichiren Daishonin (END), Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág. 656.

4 Ib., pág. 322.

5 N. de la R.: El arroz es un cereal que se cultiva en suelos anegados.

6 END, pág. 656.