Sobre la profecía del Buda
Sobre la profecía del Buda
El kosen-rufu mundial: Una declaración monumental en la isla de Sado, por la felicidad de todos los hombres
El séptimo volumen del Sutra del loto señala: «Cuando yo haya pasado a la extinción, en el último período de quinientos años, debéis propagar [el Sutra del loto] en todas partes ampliamente, en todo Jambudvipa, y jamás dejar que se extinga». Por un lado, me resulta deplorable que ya hayan transcurrido más de dos mil doscientos veinte años desde la muerte del Buda. ¿Qué mal karma me ha impedido nacer en su época? ¿Por qué no he podido ver a las cuatro clases de venerables en el Primer Día de la Ley, o a T’ien-t’ai y a Dengyo, en el Día Medio de la Ley? Por otro lado, me alegro de la buena fortuna que me ha permitido nacer en el último período de quinientos años y leer estas palabras verdaderas del sutra.
Aun cuando hubiera nacido durante la existencia del Buda no habría servido de nada, pues aquellos que abrazaron los cuatro sabores de las enseñanzas [en esa época] todavía no habían oído hablar del Sutra del loto. Nacer en los días Primero o Medio de la Ley tampoco habría tenido sentido, pues ni los estudiosos de las tres escuelas del sur y las siete escuelas del norte [de la China], ni los de otras escuelas como Guirnalda de Plores o Palabra Verdadera creyeron en el Sutra del loto.
El gran maestro T’ien-t’ai señala: «En el último período de quinientos años, el Camino místico se propagará y beneficiará a la humanidad hasta el lejano futuro». ¿Acaso esto no describe la época de la amplia propaga- non? El gran maestro Dengyo afirma: «Los días Primero y Medio ya casi han terminado, y el Ultimo Día se aproxima». Dichas palabras revelan cuánto anhelaba el comienzo del Ultimo Día de la Ley. Si consideramos la recompensa de vivir en las distintas épocas, está claro que la mía supera la de Nagarjuna y Vasubandhu, y excede la de T’ien-t’ai o Dengyo.
Pregunta: He visto que la profecía del Buda se aplica a su persona; ahora bien, ¿qué es lo que usted, por su parte, predice?
Respuesta: Si nos atenemos a la profecía del Buda, el «último período de quinientos años» ya ha comenzado. Digo que, sin falta, el budismo surgirá y se propagará desde el este, desde la tierra del Japón. [...]
Han pasado veintiún años desde que yo, Nichiren, comprendí este principio [e inicié la propagación]. Durante este período he padecido adversidades, día tras día y mes tras mes. En los últimos dos o tres años, entre otras cosas, casi fui ejecutado. Mis posibilidades de sobrevivir este año o, incluso, este mes son de una en diez mil. Si alguien cuestiona estas cosas, que les pida detalles a mis discípulos.
¡Qué fortuna la mía, de poder erradicar en una existencia los graves actos contra la Ley que vine acumulando desde el infinito pasado! ¡Qué inmensa es mi alegría de poder servir al buda Shakyamuni, amo de las enseñanzas, a quien nunca he tenido oportunidad de ver! Oro, antes que ninguna otra cosa, para poder guiar y orientar al gobernante y a todos aquellos que me persiguieron. Le hablaré al Buda de todos los discípulos que me han ayudado y, antes de morir, transferiré los grandes beneficios derivados de mi práctica a mis padres, que me dieron la vida. Ahora, como en un sueño, comprendo el corazón del capítulo «La Torre de los Tesoros». Como afirma el sutra: «Tampoco sería difícil tomar el monte Sumeru y arrojarlo a lo lejos, hacia las inconmensurables tierras de Buda. [...] ¡Pero sí será difícil, indudablemente, predicar este sutra en la época de maldad, cuando el Buda haya entrado en la extinción!».
El gran maestro Dengyo dice: «Shakyamuni enseñó que lo superficial es fácil de creer, pero lo profundo es difícil de abrazar. Descartar lo superficial e ir en pos de lo profundo es propio de una persona valiente. El gran maestro T’ien-t’ai confió en Shakyamuni y le obedeció, y trabajó para sostener la escuela del Loto difundiendo sus enseñanzas en toda la China. Nosotros, los del monte Hiei, heredamos la doctrina de T’ien- t’ai y trabajamos para sostener la escuela del Loto y diseminar sus enseñanzas en todo el Japón». Yo, Nichiren, de la provincia de Awa, sin duda heredé las enseñanzas de la Ley de estos tres maestros, y en esta época conocida como el Ultimo Día, trabajo para mantener la escuela del Loto y propagar la Ley. A nosotros juntos se nos debería denominar «los cuatro maestros de los tres países». Nam-myoho-renge-kyo, Nam-myoho-renge-kyo.
Sobre la profecía del Buda es uno de mis escritos predilectos. Siento que transmite con plena potencia el noble compromiso del Daishonin de hacer realidad la profecía del buda Shakyamuni, referida a la propagación futura de la Ley Mística en todo el mundo. En mi pecho, siempre resuena su estridente toque de clarín, que exhorta a las generaciones futuras de creyentes a ponerse de pie y actuar en bien del kosen-rufu mundial, con el mismo propósito que el Buda. No exagero al decir que, de este escrito, mana y brota el espíritu de Gakkai, directamente ligado a Nichiren Daishonin.
Esta es una de las razones por las cuales Josei Toda, segundo presidente de la Soka Gakkai, recalcaba tanto la importancia de este texto y solía disertar sobre él. De hecho, lo hizo durante nuestra histórica campaña de Osaka (en 1956), enfocado en asegurar el gran éxito de sus discípulos. Jamás olvidaré la profunda deuda que todos tenemos con nuestro excelso mentor.
El 17 de enero de 1956, deliberadamente, el señor Toda escogió dar su primera conferencia de estudio en Osaka explicando Sobre la profecía del Buda. En respuesta a una de las preguntas que un miembro le hizo en esa oportunidad, dijo con ardiente convicción:
Los Bodhisattvas de la Tierra, a quienes en el Sutra del loto se les confía la Ley de Nam-myoho-renge-kyo, renacerán y se reunirán en la época del kosen-rufu. Por lo tanto, ustedes [Bodhisattvas de la Tierra] no pueden permitirse vivir en la pobreza o en cualquier otra circunstancia desdichada en la cual se encuentren. Recuerden: tienen el recurso del daimoku, que consiste en entonar Nam-myoho-renge-kyo; tienen el potencial de acumular inmensa buena fortuna y beneficios. Así que su desafío es tomar contacto con este poder haciendo daimoku y enseñando a otros a hacerlo también.
La historia inmortal del “Kansai siempre victorioso”, el tremendo éxito que logramos como representantes del pueblo en la campaña de Osaka —haciendo realidad lo que todos consideraban imposible—, todo eso surgió de la determinación renovada y de la vibrante iniciativa de nuestros miembros, Bodhisattvas de la Tierra, encendidas por la apasionada declaración del señor Toda.
Ahora, en estos inicios del 2008, “Año de los valores humanos y del desarrollo”, estudiemos minuciosamente Sobre la profecía del Buda y, una vez más, dediquémonos al gran juramento del ko- sen-rufu, punto de partida de Gakkai, mientras ponemos en marcha una gloriosa marea de victorias sucesivas desde cada uno de nuestros distritos.
La profecía del Buda: Testamento para los seguidores de las futuras generaciones
El [capítulo “Rey de la Medicina” (23a), en el] séptimo volumen del Sutra del loto señala: «Cuando yo haya pasado a la extinción, en el último período de quinientos años, debéis propagar [el Sutra del loto] en todas partes ampliamente, en todo Jambudvipa, y jamás dejar que se extinga». Por un lado, me resulta deplorable que ya hayan transcurrido más de dos mil doscientos veinte años desde la muerte del Buda. ¿Qué mal karma me ha impedido nacer en su época? ¿Por qué no he podido ver a las cuatro clases de venerables [personas como Mahakashyapa o Ananda, discípulos que escuchaban la voz, o como los eruditos budistas Nagarjuna y Vasubandhu] en el Primer Día de la Ley, o a T’ien-t’ai y a Dengyo, en el Día Medio de la Ley? Por otro lado, me alegro de la buena fortuna que me ha permitido nacer en el último período de quinientos años [que marca el inicio del Ultimo Día de la Ley] y leer estas palabras verdaderas del sutra.
Aun cuando hubiera nacido durante la existencia del Buda no habría servido de nada, pues aquellos que abrazaron los cuatro sabores de las enseñanzas [es decir, las del Hinayana y las del Mahayana provisional] todavía no habían oído hablar del Sutra del loto. Nacer en los días Primero o Medio de la Ley tampoco habría tenido sentido, pues ni los estudiosos de las tres escuelas del sur y las siete escuelas del norte [de la China], ni los de otras escuelas como Guirnalda de Flores o Palabra Verdadera creyeron en el Sutra del loto.
El gran maestro T’ien-t’ai señala: «En el último periodo de quinientos años [que marca el inicio del Ultimo Día de la Ley], el Camino místico [es decir, la Ley Mística] se propagará y beneficiará a la humanidad hasta el lejano futuro». ¿Acaso esto no describe la época de la amplia propagación [el kosen-rufu]? El gran maestro Dengyo afirma: «Los días Primero y Medio ya casi han terminado, y el Ultimo Día se aproxima». Dichas palabras revelan cuánto anhelaba el comienzo del Ultimo Día de la Ley. Si consideramos la recompensa de vivir en las distintas épocas, está claro que la mía supera la de Nagarjuna y Vasubandhu, y excede la de T’ien-t’ai o Dengyo. «
Este escrito, titulado Sobre la profecía del Buda, se ocupa primordialmente del cumplimiento de la profecía del Buda con respecto a los tiempos futuros.
En cierto nivel, la “profecía del Buda” indica la predicción hecha por Shakyamuni, pero el propósito esencial de este escrito es anunciar la profecía de Nichiren Daishonin, como buda del Ultimo Día de la Ley.
La predicción de Shakyamuni se encuentra contenida en el pasaje del capítulo “Rey de la Medicina” (23a) del Sutra del loto citado por el Daishonin a comienzos de este escrito. Ese fragmento expresa la voluntad y el designio del Buda, que exhorta a los seguidores de la futura época malvada posterior a su muerte —en especial, del Ultimo Día de la Ley— a batallar contra las funciones negativas y asegurar que jamás cese la amplia propagación universal del Sutra del loto en el mundo entero.
En este escrito, el Daishonin señala que sólo él ha hecho realidad la profecía de Shakyamuni. Luego, hace su propia predicción de que la gran Ley de Nam-myoho-renge-kyo, esencia del Sutra del loto, se propagará ampliamente en todo el mundo.
El Daishonin compuso Sobre la profecía del Buda en el quinto mes intercalar de 1273, en Ichinosawa, isla de Sado, que era su lugar de exilio. Es interesante notar que el texto no menciona un destinatario específico. Esto parecería indicar que se trata de una obra importante, escrita con intención testamentaria y dirigida a todos sus seguidores, en el presente y el futuro.
Ya en Sado, el Daishonin había redactado La apertura de los ojos y El objeto de devoción para observar la vida, que esclarecen el objeto de devoción o Gohonzon; el primero, desde el punto de vista de la Persona; el segundo, desde el punto de vista de la Ley. Basado en estas profundas doctrinas, Sobre la profecía del Buda explica que el budismo de Nichiren es la suprema enseñanza para la iluminación de toda la humanidad en el Ultimo Día, ya que permite a las personas adquirir un estado de nobleza suprema inseparable de la Ley Mística, ley fundamental del universo.
Aprendamos del Gosho 2 - Págs. 77 a 80
Daisaku Ikeda